El martes 8 de Septiembre empecé las clases. El instituto es como en las películas, con sus taquillas, su gimnasio inmenso, la cafetería, una biblioteca increíble, la enfermería... Pero no deja de ser un instituto. Y si ser la nueva en un colegio en España es duro imaginaos cómo es serlo en EEUU. Cuando me embarqué en esta aventura sabía que no iba a ser nada fácil, y lo pude comprobar los primeros días de clase. Cuando te sientes perdida por los pasillos, nadie te conoce, intentas hablar con la gente y no responden... Son gajes del exchange student.
Yo tuve la suerte de encontrar un grupo de chicas súper simpáticas que tienen la comida a la misma hora que yo, así que nos juntamos en la cafetería todos los días, pero ninguna de ellas va ninguna de mis clases...
No voy a contar mis penas de los primeros días porque también hubo cosas bastantes buenas que son con las que hay que quedarse. Mi consejo para próximos estudiantes de intercambio es que hay que ser fuerte y darle tiempo al tiempo, no agobiarse y ser tú el que dé el primer paso a la hora de comenzar una conversación.
Mis asignaturas son: Biology R, Lifetime Sports( antes tenía Team Sports pero el primer día de clase me di cuenta de que era la única chica en esa clase...así que mis profesores me ofrecieron cambiarme a esta otra asignatura que por lo visto es la que se cogen las chicas), English 11R, US History R, Study Hall ( que me da la vida porque me quito bastantes deberes de encima), Alg 2 Tri R y Chemistry R.
Julia, Alex y Katey ( son las chicas con las que como) me hablaron del Powder Puff Game y me animaron a apuntarme. El Powder Puff Game es un partido de football que tiene lugar en mi insti la semana del homecoming en el que se enfrentan las seniors contra las juniors. El primer entrenamiento fue el jueves 10, y aunque no hicimos gran cosa porque somos 60 juniors y solo hay 15 entrenadores conocí a mucha gente.Entre ellas a la otra estudiante de intercambio de mi instituto que es de Suiza.
Después del Powder Puff una de las chicas me llevó con ella al Open Gym, por lo que asistí a mi primer entrenamiento de baloncesto en USA. Fue genial conocer al equipo y poder volver a las canchas. Entrenamos todos los jueves hasta Noviembre que empieza la temporada y entonces entrenaremos todos los días.
Esta semana también monté por primera vez en el famoso autobús amarillo. Allí conocí a Grace, que además de ser súper simpática, súper mona y estar súper loca, es mi vecina. El miércoles después de un día horrible en el instituto, me invitó a ir a su casa, y la verdad me arregló el espantoso día que estaba teniendo. Las hermanas de Grace( Naomi y Hannah), Grace y yo hicimos cookies y vimos una peli.
Ahí fue cuando me enteré de que el viernes había un baile en el instituto, el Mixed Dance, más conocido como Freak the Freshman. Son una especie de novatadas para los de primer año.
Esa misma noche Morgan, una senior de mi instituto y mi amiga, me invitó a ir al baile con ella y sus amigas.
El viernes por la tarde pasé un rato en casa de Morgan y después Kelsey son recogió con su coche. Sentir el aire alborotándote el pelo mientras escuchas música, viajas en un descapotable y vas camino de tu primer baile es una sensación increíble.
La verdad es que este baile era informal, la gente iba de sport, y era en plan discoteca con luces de colores y un Dj. Aunque no fue el típico baile que todo el mundo se imagina, pasamos un rato genial e hice nuevas amigas. Incluso gente que va a mis clases y que no me había hablado esa noche me saludó. Que te saluden por los pasillos o al entrar en clase parece una tontería, pero para mi no lo es, reconforta saber que hay gente que te conoce y que no estás tan sola como parece.
Y después de una dura primera semana de clases llegó el querido fin de semana.
El viernes fui al baile, y el sábado Morgan y su familia me invitó a ir con ellos a ver a los Buffalo Sabres en el estadio de hockey de Búfalo. Fue una experiencia única.
Cuando llegamos al estadio fuimos directos a la tienda donde cada uno se compró una sudadera de los Sabres. Después vimos el partido. Ahora sé que para ser jugador de hockey hay que tener mucha agilidad con los patines. Y aunque comimos nachos, helado y palomitas mientras veíamos el hockey( que por cierto teníamos asientos al lado de la puerta del vestuario, muy cerca de la pista) después del juego nos fuimos a cenar a un restaurante con música en directo. El ambiente y el grupo eran muy buenos, al igual que la comida.
Después de ese agotador pero increíble sábado, tocó volver a casa y descansar. Estaba agotada, pero había merecido la pena.
Hoy es domingo de lluvia, deberes y estudio, que mañana tengo un quiz de química y hay que reponer fuerzas para la semana que se presenta.
Morgan, Kelsey y yo
Morgan y yo con la mascota de los Sabres
Sunday Breakfast
