domingo, 21 de febrero de 2016

February Break in Florida(+170)

   Y hace unas semanas empezó el segundo semestre, el segundo y último. Cuando entré por las puertas del instituto la sensación era de haber comenzado el curso de nuevo, pero esta vez y ano era la chica nueva, desorientada, que va sola por los pasillo, que no conoce a nadie y que apenas habla en la comida. Ahora soy Marina, the crazy Spanish exchange student que tiene amigos en todas sus clases, que llega a clase en dos minutos porque se conoce todos los atajos y el instituto como la palma de su mano, la que no tiene vergüenza de hablar en clase y dar su opinión, la que saca tema de conversación en la comida, ahora soy yo, mi verdadero yo.
   Y aunque las cosas vayan de maravilla por el instituto !un break no le viene mal a nadie! 
   Esta semana no he tenido que ir a clase porque ha sido el February Break, en vez de eso, los abuelos, los tíos, Kara, los Judd y nosotros nos hemos ido a Florida!
  El sábado 13 de Febrero no exagero si digo que estábamos a menos 30 grados! Pero yo no estaba muy preocupada porque en unas horas cogeríamos el avión que nos llevaría a Florida. Antes de irnos de casa Tacks me enseñó cómo convertir el agua caliente en nieve y cómo congelar pompas de jabón.
  A las 7 salía nuestro avión con destino Charlest, South Carolina, donde cogimos otro vuelo que nos llevaría a Florida. Llegamos a la casa que teníamos alquilada a las 2 a.m. y todo el cansancio y sueño que tenía desapareció cuando entré en la pedazo de casa en la playa que sería nuestro alojamiento por seis días. Emma, Maddie y yo dormimos en el loft de la casa y los abuelos y mis host parents en las habitaciones d ela planta baja.
  A la mañana siguiente, desayuné un buen tazón de cheerios en el porche de la casa con vistas al mar. Llevar shorts, manga corta y el bikini en pleno Febrero fue una experiencia nueva para mi. Nuestras vacaciones se pueden resumir en playa, sol, helados, playa, sol, helados, dormir, comer, kayaking, boogie boarding, sun cream y football en la arena.
 Un día que salió algo más nublado lo aprovechamos para ir a Siesta Key Village y comprar recuerdos y souvenirs. También fuimos a una heladería que se llama Subzero en la que te hacen el helado al momento usando nitrógeno. Esa tarde hacía fresco para ir a la playa así que aproveché para acabar los deberes de U.S. History...¡Gracias nubes!
   Esa noche cayó el diluvio universal y hubo truenos y rayos e incluso un tornado. Pero el día que siguió a esa horrible noche fue el mejor de todas las vacaciones!
  El miércoles Tacks, las niñas, los Judd y yo fuimos a Myakka River State Park para ver caimanes. Pudimos ver unos cuantos bien grandes pero estaban bastantes lejos por lo que no pude hacer buenas fotos. Nuestra idea era montar en uno de los barcos que te levan de recorrido por el río, pero entre que había que esperar una hora y que Halle no quería montar decidimos pasar el resto de la tarde comiéndonos un helado a orillas del río. Esa noche preparamos una super barbacoa y jugamos al Black Jack.
  Una de los mejores recuerdos que me llevo de Florida, además del calor, el porche de la casa y la sensación de estar en un verano continuo, fue las apuestas de sol. Todas las tardes a las 6 nos sentamos en la playa a observar la apuesta de sol. El primer día un montón de delfines aparecieron mientras estábamos disfrutando de la tranquilidad y el rumor de las olas. Estaban super cerca de la orilla, tanto que a Kara casi le atropella uno cuando intentaba sacar una foto. Nunca antes había visto delfines salvajes y mucho menos tan cerca de la orilla. Otra tarde nos encontramos a un chico que tenía un papagayo rosa, llamado Poyangles. Nos dejó hablar con él y sacarnos fotos. Yo le dije a Tacks que no quería foto porque seguro que el papagayo me cagaba encima. Fue ponerme a Poyangles en el hombro y de pronto el chico dijo ¡Espera! y me lo quitó corriendo, sí, Poyangles tenía que hacer sus necesidades y casi las hace sobre mi!
  El jueves fui con los abuelos y los tíos a comer a Siesta Key y el viernes tocó hacer maletas y despedirse del buen tiempo y la playita.
  El viernes por la noche ya estábamos de vuelta en el frío Clarence. Nuestro avión tuvo algún problemilla para aterrizar porque hacía mucho viento. Estábamos a punto de aterrizar cuando de repente volvió a coger altura y el asistente de vuelo nos dijo que el viento era muy fuerte así que teníamos que dar una vuelta. Cuando por fin conseguimos aterrizar el mismo asistente de vuelo dio un suspiro de alivio tan fuerte por megafonía que todo el avión rompió en carcajadas.
  El sábado tocó ir a entrenar a las 8 de la mañana...Todas las de mi equipo me dijeron que estaba super morena y que habían echado de menos mi alegría esta semana. El martes tenemos los cuartos de final así que toca ponerse serios y hacer el último esfuerzo!
  Anoche fuimos a cenar con la abuela Cathi para contarle nuestro viaje a Florida, y no exagero si digo que aún tengo la barriga llena...
  Hoy, domingo 21 de Febrero, ha tocado hacer algo de deberes, deshacer la maleta, poner lavadoras, planchar y dentro de una hora Mrs. Bowman me recogerá porque tenemos partido de Lacrosse!
   Para finalizar la entrada me gustaría decir que aunque yo me sienta totalmente integrada en la familia porque ellos me hacen sentir así, la noche que los abuelos me cogieron en Florida y antes de darme las buena noches me dijeron que yo ya era una más de la familia para siempre fue super importante para mi. Ellos me han tratado siempre como a una nieta más, al igual que mis host parents me llaman su hija española y mis host sisters me quieren como si fuese su hermana mayor. Y si me paro a pensar en que ellos abrieron su casa a una total extraña, a la que han tratado con cariño y afecto desde incluso antes de que llegara aquí, no encuentro la forma de agradecerles todo lo que han hecho por mi. Ahora que sabemos cuando me iré, aunque intentamos evitar el tema, sale por inercia en alguna ocasión, y no miento si digo que yo me pongo triste, pero ellos también, dicen que no va a ser lo mismo, que será extraño y antes de ponernos a llorar decidimos cambiar de tema de conversación y empezar a planear la semana que se nos presenta, porque es hora de disfrutar cada día como si fuese el último o mejor dicho, el primero.

 Valentine's Day  Breakfast 

 Kara and me







 Poyangles


 Myakka River State Park





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